La habitación 3a planta ofrece vistas preciosas al castillo, ideal para fotos al amanecer. Prueben las mermeladas caseras en el desayuno, ¡son deliciosas!

Por qué narices no lo probé antes?

La ubicación es inmejorable, perfecta para explorar el casco antiguo. Me sorprendió gratamente el desayuno, abundante y con unas mermeladas caseras que me hicieron recordar aquellos sabores de antaño. Además, el trato del personal fue excepcional, siempre compartiendo una sonrisa y un servicio atento. ¡Una experiencia que no querrás perderte!

Una estancia memorable con deliciosa comida casolana

Disfrutamos de una cena sabrosa y un desayuno abundante, con mermeladas caseras riquísimas. El personal fue siempre amable y servicial. Recomiendo probar la comida local. ¡no se lo pierdan! Además, llevar ropa ligera para las habitaciones, ya que puede hacer calor.

Ubicación fantástica en el corazón histórico, perfecta para explorar la zona. La comida es notable, especialmente la mermelada que sirven en el desayuno, todo bien preparado y sabroso. Sin embargo, la habitación que nos dieron tenía un colchón incómodo y carecía de aire acondicionado, lo que fue un poco difícil en verano. Además, el acceso para bicicletas es preocupante, ya que el ascensor es muy estrecho.

Disfruté de un desayuno variado y abundante con mermeladas caseras, además de una cena sabrosa que me sorprendió gratamente. Sin embargo, la habitación que me dieron era un poco pequeña y le faltaba aire acondicionado, lo cual fue complicado en verano. El trato del personal fue amable, pero hay áreas en las habitaciones que podrían mejorar.

Mi mujer dice que las habitaciones podrían estar más limpias. A mis hijos les hubiera gustado que el desayuno tuviera más opciones para ellos.

Me hospedé una noche en la Fonda Mitjà y me encantó la atención del personal. El desayuno, sencillo pero delicioso, incluía mermeladas caseras que me sorprendieron gratamente. Sin embargo, la habitación que me dieron era un poco pequeña y le faltaba aire acondicionado, lo que fue un poco complicado en pleno verano.

encanto en el corazón del casco antiguo

ubicación ideal, desayuno variado

habitación con ventana pequeña

La ubicación es genial, pero el ascensor es muy estrecho para las bicicletas.

La ubicación en el centro histórico es perfecta para explorar la zona. Disfruté de una cena sabrosa y un desayuno con mermeladas caseras. El trato del personal fue amable y servicial. Me acordé de mis días de chef local mientras saboreaba platos típicos de la región.

El ambiente tiene un toque acogedor, especialmente con el estilo rústico que lo rodea. La comida es fresca y tradicional, destacando en desayunos que sacian a cualquiera, con opciones dulces y saladas.

Las habitaciones no se corresponden con las fotos de la web. algunas estaban bastante desgastadas y el colchón era incómodo. Los lavabos sufrieron de mal olor, lo que no esperas al reservar con antelación. Además, el desayuno fue caótico, especialmente para quienes requieren opciones específicas. traen el queso al final cuando ya estás bebiendo café. En general, el lugar se siente más viejo de lo que las imágenes sugieren.

La ubicación es perfecta en el casco antiguo, cerca de todo. Las habitaciones son limpias y tienen baños modernos. El desayuno es variado, con buena opción de zumos y café. El trato del personal es muy amable.

No he tenido ningún inconveniente.

Las habitaciones estaban desgastadas y el colchón incómodo, pero el ambiente era acogedor.

El restaurante fue un verdadero festín, con platos de comida catalana que hacían bailar a las papilas gustativas. Los postres eran tan deliciosos que podría haberme quedado allí solo para comer, como en un banquete real. Además, el acceso a WiFi gratuito era más confiable que una promesa de amigo a mediodía.

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